Conozca los distintos tipos de expectativas y cómo influyen en nuestra vida cotidiana.
Las expectativas son creencias o suposiciones sobre lo que probablemente ocurrirá en el futuro y se basan en experiencias personales, normas culturales, deseos o acuerdos explícitos sobre lo que alguien va a hacer.
Puede que le resulte familiar la cita de Anaïs Nin "No vemos el mundo como es, lo vemos como somos". Esta noción es mucho más literalmente cierta de lo que quizá se pretendía. Es más probable que percibamos lo que esperamos que esté ahí y menos probable que percibamos con precisión lo que no esperamos. En la vida, podemos confundir a un desconocido con un amigo querido porque esperamos su llegada o malinterpretar las expresiones faciales de una manera que se alinea con lo que esperamos que la otra persona esté pensando o sintiendo, aunque estemos completamente equivocados.
Teoría de las expectativas
Las expectativas se suelen estudiar científicamente en términos de predicción e inferencia, como ya se ha mencionado. En concreto, las expectativas se estudian en términos de lo que se conoce como procesamiento predictivo e inferencia activa.
El procesamiento predictivo, también conocido como codificación predictiva o hipótesis del cerebro predictivo, es un marco teórico de la psicología cognitiva y la neurociencia que intenta explicar cómo el cerebro procesa la información y da sentido al mundo (Millidge, 2019).
La teoría del procesamiento predictivo de las expectativas
La teoría del procesamiento predictivo sugiere que el cerebro es una máquina de predicción. En otras palabras, propone que el cerebro genera continuamente predicciones sobre la información sensorial entrante y compara esas predicciones con la entrada sensorial real que recibe. Nuestro cerebro actualiza las predicciones que hace basándose en las diferencias entre lo que espera y lo que realmente recibe.
Inferencia activa y expectativas
La inferencia activa es un concepto estrechamente relacionado con el procesamiento predictivo. En pocas palabras, es un marco teórico de la neurociencia cognitiva que describe cómo podría funcionar el cerebro para minimizar los errores de predicción y mantener sus modelos internos del mundo. En otras palabras, afirma que el propósito principal del cerebro es minimizar la cantidad de sorpresa o incertidumbre con la que tiene que lidiar. Es decir, el cerebro no sólo percibe pasivamente el mundo, sino que participa activamente en la configuración de sus experiencias sensoriales generando y actualizando predicciones a través de las experiencias.
Tipos de expectativas
Como ya se ha dicho, las expectativas pueden adoptar muchas formas. He aquí algunos ejemplos de los distintos tipos de expectativas.
Expectativas personales: Son las creencias que un individuo tiene sobre sí mismo, sus capacidades y cómo cree que actuará en diversas situaciones. Por ejemplo, alguien puede tener grandes expectativas sobre su rendimiento académico o su promoción profesional.
Expectativas sociales: Son las normas y estándares establecidos por la sociedad o un grupo determinado. Dictan cómo deben comportarse las personas, cómo deben interactuar y cómo deben desempeñar determinadas funciones o responsabilidades.
Las expectativas sociales varían de una cultura a otra y pueden incluir modales, etiqueta y normas sociales.
Expectativas de rendimiento: Son las normas establecidas para el rendimiento o los resultados de alguien o algo. Por ejemplo, un jefe puede tener ciertas expectativas sobre la productividad de un empleado o un cliente puede tener expectativas sobre la calidad de un producto que compra.
Expectativas de relación: Son las suposiciones y deseos que tienen las personas sobre sus relaciones interpersonales, como la amistad, las parejas románticas o los vínculos familiares.
Abarcan el apoyo emocional, la comunicación, la confianza y otros aspectos de una relación.
Expectativas de la organización: En un contexto profesional, las organizaciones suelen tener expectativas sobre el comportamiento, la conducta y el rendimiento de sus empleados. Pueden estar recogidas en las políticas de la empresa, las descripciones de los puestos de trabajo y las evaluaciones del rendimiento.
Decepciones
Aunque las expectativas pueden sernos útiles cuando se ajustan a la realidad, también pueden ser fuente de serios disgustos cuando no es así. Es decir, cuando no se cumplen nuestras expectativas, a menudo nos sentimos decepcionados y a veces incluso con el corazón roto.
Como se ha mencionado anteriormente, la gestión de las expectativas es una estrategia útil de regulación de las emociones (Brudner et al., 2018). En otras palabras, podemos ajustar nuestras expectativas para evitar la decepción hasta cierto punto. Sin embargo, como probablemente hayas experimentado, incluso cuando ajustamos nuestras expectativas sobre el resultado de alguna situación, puede haber un resultado ideal que esperamos que se haga realidad, lo que todavía puede crear una
sensación de decepción.
En resumen
Hay distintos tipos de expectativas. Algunas de las cuales conocemos y podemos gestionar y otras que forman la base de nuestra percepción del mundo, que es menos evidente.
Referencias
Brudner, E. G., Denkova, E., Paczynski, M., & Jha, A. P. (2018). El papel de las expectativas y la regulación habitual de la emoción en el procesamiento emocional: Una investigación de ERP. Emotion, 18(2), 171.
Millidge, B. (2019). Implementación del procesamiento predictivo y la inferencia activa: Pasos y resultados preliminares.
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