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Más información sobre la autoestima y cómo puede conseguir una mayor autoestima en su vida.
La autoestima representa la base que sustenta la relación que tienes contigo mismo. Se traslada a todos los aspectos de la vida. Si estás leyendo esto, es probable que valores esta relación y quieras reforzar tu autoestima. Al final de este artículo, deberías comprender mejor la autoestima y las formas de mejorarla.
Empecemos con una definición sencilla. La mayoría de las teorías psicológicas coinciden en que la autoestima se refiere a la evaluación que uno hace de sí mismo (Mruk, 1995). La autoestima también puede entenderse como lo mucho que te gustas, te apruebas o te valoras. La autoestima puede aplicarse a uno en general (por ejemplo, "En general, estoy satisfecho conmigo mismo"; Rosenberg et al., 1995) o a ámbitos específicos de la vida (por ejemplo, "Soy bueno en mi trabajo y estoy orgulloso de ello"). Las investigaciones demuestran que, aunque la autoestima es relativamente estable a lo largo de la vida, no es en absoluto fija ni inmutable (Orth y Robins, 2014).
¿Qué es la baja autoestima?
Tener baja autoestima corresponde a evaluaciones negativas de uno mismo. Dicho de otro modo, si tienes baja autoestima, en general no te valoras positivamente.
Tiendes a ser más crítico contigo mismo. Es posible que te quedes atrapado en bucles de autoconversación negativa, diciéndote cosas como "no valgo nada", "nunca podría tener éxito en esto" o "no soy lo bastante listo". Esto puede provocar sentimientos de ansiedad, tristeza o desesperanza.
La autoestima se desarrolla a lo largo de la vida. Se cree que las creencias que uno tiene sobre sí mismo influyen en el desarrollo de una baja autoestima. Cuanto más fuertes sean las creencias, más difícil será romper los patrones de pensamiento negativos asociados a la baja autoestima.
He aquí algunos ejemplos de creencias que caracterizan la baja autoestima:
Inutilidad: "No valgo nada"
Inadecuación: "No soy lo suficientemente bueno"
Pesimismo: "No tengo un futuro brillante"
Fracaso: "Fracaso en todo lo que hago"
Rasgos negativos: "Soy aburrido", "Soy feo"
He aquí algunos signos de baja autoestima.
Ser habitualmente autocrítico
Ser sensible a las críticas de los demás
Centrarse en los fracasos
Ser retraído socialmente
Ser pesimista
¿Qué causa la baja autoestima?
Aunque hay una gran variedad de factores que influyen en la autoestima, a continuación, se enumeran algunos factores que pueden hacer más probable que alguien desarrolle una baja autoestima:
Experiencias en la primera infancia: Las experiencias de abuso, negligencia o acoso a una edad temprana moldean poderosamente la autoestima. Los niños que pasan por estas experiencias traumáticas pueden llegar a creer que son malas personas y que se merecen ese trato.
Expectativas de los demás: Si sientes que no has cumplido las expectativas de los demás (por ejemplo, los estándares de los padres), esto puede mantener la creencia de que eres un fracasado. Es importante recordar que estas expectativas pueden no haber sido realistas en primer lugar.
Grupos de iguales: Durante la adolescencia, la presión por encajar es muy alta. Dado que es una época en la que se está formando la identidad, no encajar o sentirse excluido puede afectar a la autoestima.
Falta de afecto o cariño: Aunque las experiencias traumáticas negativas desempeñan un papel importante en la baja autoestima, es posible que no tener experiencias positivas también influya. Si no recibes afecto o estímulo, especialmente a una edad temprana, es posible que te formes la creencia de que no eres lo suficientemente bueno.
Cómo desarrollar la autoestima:
Vivir conscientemente
La autoestima se basa en la capacidad de vivir conscientemente y centrarse en lo que ocurre en el momento actual, sin rumiar el pasado ni pensar demasiado en el futuro.
Practicar la autoaceptación
Esto implica aceptarse incondicionalmente y mostrarse compasivo en distintas situaciones (por ejemplo, cuando se comete un error).
Practicar la autorresponsabilidad
Cuando practicas la autorresponsabilidad, reconoces que estás a cargo de tus elecciones y comportamientos. Por eso, no puedes culpar a los demás de tus propias decisiones y no puedes esperar que los demás tomen decisiones por ti. Al fin y al cabo, tú mandas.
Practicar la asertividad
Es importante satisfacer tus necesidades de forma adecuada practicando la autoafirmación. No pasa nada por ponerse a uno mismo en primer lugar y darlo a conocer a los demás.
Vivir con determinación
Tener un propósito es el antídoto contra el sentimiento de inutilidad. Cuando vives con propósito, tienes objetivos que quieres alcanzar y trazas un plan para lograrlo. Vives la vida con esos objetivos en mente.
Vivir con integridad
Este pilar de la autoestima se centra en la brújula moral. Cuando llevas una vida con integridad personal, actúas en consonancia con tus valores y vives una vida auténtica (Branden, 1995).
En resumen
Si tienes baja autoestima, puede ser difícil, pero no imposible cambiar de mentalidad. Hay muchas formas de empezar a verte a ti mismo de forma más positiva y, como resultado, mejorar tu vida. Adicionalmente, la ciencia de la psicología ha avanzado muchísimo y a través de terapias y técnicas adaptadas a tu situación puedes lograr cambiar tu mentalidad, si te lo propones.
Referencias
Branden, N. (1995). Los seis pilares de la autoestima. Bantam Doubleday.
Mruk, C. (1995). Self-Esteem: Research, Theory, and Practice. Springer.
Orth, U., y Robins, R. W. (2014). El desarrollo de la autoestima. Current directions in psychological science, 23(5), 381-387.
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