Cómo Escuchar Activamente

Descubre consejos y técnicas para mejorar la escucha.

Escuchar es un proceso pasivo de oír (Nemec, Spagnolo, & Soydon, 2017). En su mayor parte, este proceso es automático y no requiere que hagamos mucho de nada. Por otro lado, la escucha activa es el proceso activo de escuchar para entender. A menudo implica responder tanto verbal como no verbalmente para demostrar comprensión (Nemec, Spag-nolo, & Soydon, 2017). El oyente activo tiene un objetivo claro en mente: capturar tanto la ex- periencia como la perspectiva del hablante (Rogers & Roethlisberger, 1991)...

Beneficios de la Escucha Activa

La escucha activa es importante porque casi siempre queremos que las personas escuchen y entiendan lo que decimos. El problema es que la comunicación no siempre es fácil. Podemos fácilmente malinterpretar a los demás y salir de las conversaciones sintiéndonos no escuchados, invalidados y malinterpretados.

Pero, cuando utilizamos las habilidades de escucha activa correctamente, podemos conectar de manera más efectiva.

Por ejemplo, los oyentes activos son valorados como más emocionalmente sintonizados (Bodie, Vic- kery, Cannava, & Jones, 2015) y se considera que son importantes para restaurar lesiones en las relaciones (Min, Jung, & Ryu, 2021).

¿Qué hace que la escucha activa sea difícil?

Las características individuales a veces pueden hacer que la escucha activa sea difícil. Por un lado, la escucha activa requiere autocontrol. Al intentar escuchar, muchos de nosotros en realidad estamos asignando mentalmente juicios a las cosas que acabamos de oír. Podemos estar preguntándonos, ¿tiene razón o está equivocado el hablante? ¿Tenemos algo que añadir? ¿Qué diré en respuesta a esto? A menudo estamos reflexionando sobre el contenido para ayudarnos a preparar respuestas.

Muchos de nosotros también caemos en el papel de resolver problemas, ya que es común sentir la ne- cesidad de "arreglar el problema" que se nos comparte. Con las mejores intenciones, podemos conectar la historia del hablante con una experiencia propia y proporcionar aportes basados en las estrategias que hemos encontrado útiles en el pasado. El problema es que, si estamos preparando nuestra res- puesta o buscando soluciones mientras alguien está hablando, es probable que no estemos completa- mente presentes y comprometidos en escuchar y entender la experiencia del hablante.

Recuerda, el objetivo de la escucha activa es entender. Nuestra prisa por compartir nuestra pers- pectiva o resolver un problema puede hacer que el hablante se sienta ignorado porque aún no ha podido expresar y procesar su perspectiva (Nemec, Spagnolo, & Soydon, 2017). Ser un oyente activo significa tomar la decisión de no hablar, no contribuir con tu opinión, no defender tu perspectiva o creencia, y no ofrecer soluciones o sugerencias para el cambio con el fin de primero entender completamente al hablante.