top of page

Cómo lidiar con los sentimientos de abandono

Aprende por qué el abandono puede dejar heridas duraderas e insidiosas que impactan cada faceta de nuestras vidas.


abandono, sentimientos de abandono, abandonada

El abandono es una experiencia extraordinariamente dolorosa. Puede tener impactos sustanciales y, para muchos, duraderos en nuestras percepciones de nosotros mismos y de los demás. Una experiencia de abandono y el miedo persistente que nos infunde puede afectar negativamente la manera en que nos relacionamos con nuestros amigos, familia, compañeros de trabajo y parejas románticas. Puede dejarnos sintiéndonos sensibles e irritables o aplanados e insensibles.


Aunque la idea de ser abandonado parece implicar ser dejado físicamente solo, podemos sentirnos abandonados por alguien que aún está físicamente presente pero emocionalmente ausente. Las heridas de abandono a menudo, aunque no siempre, se infligen durante la infancia y pueden entrelazarse de manera compleja con nuestras personalidades y concepciones de uno mismo, lo que las hace particularmente difíciles de sanar. Sin embargo, son heridas que podemos atender, sin importar cuándo ocurrieron. Hablemos más sobre qué es el abandono, cómo se siente y cómo podemos comenzar a recuperarnos de él.


¿Qué es el abandono?


El abandono es el estado de estar desamparado y sin protección. Cuando nos sentimos abandonados, nos sentimos no deseados, poco importantes y descartados. El abandono a menudo viene acompañado de un sentido de traición, ya que sentimos que hemos sido dejados por alguien que se suponía debía apoyarnos. Un ejemplo común es el divorcio de los padres durante nuestra infancia. La partida de uno de nuestros padres puede dejarnos sintiéndonos traicionados e indignos de amor. El impacto emocional duradero del abandono se centra en este sentido de traición e indignidad. La experiencia puede dejarnos sintiendo que no podemos confiar en aquellos que están más cerca de nosotros o que simplemente no valemos su amor y compromiso.


El abandono es una experiencia traumática y requiere el desarrollo de diferentes estrategias psicológicas y conductuales para protegernos en el futuro. Estas estrategias pueden ser útiles mientras navegamos las secuelas inmediatas de ser abandonados, pero se vuelven desadaptativas si persisten a largo plazo, convirtiéndose así en “problemas.” Los problemas de abandono se caracterizan comúnmente por ansiedad y miedo a perder a seres queridos, lo que resulta en una hipersensibilidad al distanciamiento percibido en una relación (Smith, 2018).


Las heridas de abandono suelen resultar en miedo y ansiedad marcados por una hipervigilancia respecto a las señales de que estás a punto de ser abandonado nuevamente (Smith, 2018). Respondemos a nuestro miedo y ansiedad tratando de predecir cuándo vamos a ser dejados para poder evitarlo o al menos prepararnos para el impacto. Nuestros intentos de manejar estos sentimientos se manifiestan de diversas maneras, formas que podríamos referirnos como síntomas de problemas de abandono.


A continuación, se presentan solo algunos ejemplos de los muchos síntomas que podríamos observar si sufrimos de heridas de abandono:

  • Dificultad para formar relaciones cercanas y saludables

  • Patrones de elegir parejas que son abusivas, controladoras, necesitadas, emocionalmente inestables o emocionalmente inaccesibles

  • Patrones de comunicación interpersonal poco saludable con parejas y amigos

  • Comentarios constantes de otros de que eres demasiado necesitado

  • Perderte a ti mismo en las relaciones

  • Incapacidad para confiar en los demás

  • Alejar a los demás para evitar el rechazo

  • Siempre querer complacer a los demás

  • Sentirse inseguro en las relaciones

  • Desarrollar codependencia

  • Necesidad de constante reafirmación de que los demás no se irán

  • Mantener relaciones poco saludables

  • Hipersensibilidad a la crítica

  • Tendencia a disociarse

  • Ansiedad social

  • Adicciones, trastornos alimenticios y autolesiones


¿Por qué las personas desarrollan problemas de abandono?


Los problemas de abandono son comúnmente el resultado de experiencias adversas en la infancia que resultan en lo que se conoce como un estilo de apego inseguro (Conradi et al., 2016). Según la teoría del apego, nuestra relación con nuestros padres o cuidadores proporciona un marco o modelo de trabajo para lo que podemos esperar de los demás, del cual dependemos a lo largo de nuestras vidas (Bowlby, 1988).


Esta teoría afirma que, como niños, cuando nuestros cuidadores están presentes y responden de manera confiable a nuestras necesidades, desarrollamos un modelo de trabajo de nosotros mismos como dignos y amables y de los demás como cariñosos y confiables, conocido como un estilo de apego seguro. Cuando nuestros cuidadores estuvieron ausentes, fueron negligentes, abusivos, emocionalmente inaccesibles o de otra manera respondieron de manera inconsistente a nuestras necesidades críticas, desarrollamos un estilo de apego inseguro o un modelo en el que somos ineptos o sin valor y/o en el que los demás son fríos e indignos de confianza (Bretherton & Munholland, 1999).


Aunque los estilos de apego inseguro se observan comúnmente en personas que tuvieron experiencias adversas en la infancia (como negligencia o abuso), los estilos de apego inseguro pueden desarrollarse a lo largo de la vida en respuesta a pérdidas traumáticas de figuras de apego, como la muerte de un padre, amigo, hermano o cónyuge (Daly & Mallinkrodt, 2009).


Cómo lidiar con el abandono


Sanar de los problemas de abandono puede ser un proceso largo y desafiante. Nos obliga a enfrentar experiencias incómodas y a menudo traumáticas, y requiere que reformulemos fundamentalmente nuestras percepciones de nosotros mismos y de quienes nos rodean. Dejar ir cualquier tipo de creencia profundamente arraigada es difícil, pero permitirnos soltar una creencia profundamente arraigada que hemos estado usando para protegernos del daño puede parecer casi imposible.


Afortunadamente, por más imposible que pueda parecer, podemos recuperarnos de las experiencias de abandono. Veamos solo algunas estrategias recomendadas por profesionales de la salud mental y otros expertos.

  • Cuidado personal

  • Terapia

  • Atención plena

  • Grupos de apoyo


La experiencia de ser abandonado puede moldear toda nuestra visión del mundo. Puede hacernos sentir que no somos dignos del mismo amor, cuidado y compasión que los demás, y que las personas que más nos importan no pueden ser de confianza para protegernos y consolarnos cuando más lo necesitamos. Estas percepciones pueden tener impactos negativos significativos en nuestras relaciones con nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo, parejas románticas e incluso con nosotros mismos. Sin embargo, podemos recuperarnos de estas heridas profundas y dolorosas ofreciéndonos a nosotros mismos autocompasión, cuidado y auto-perdón mientras exploramos la fuente de nuestro dolor y nuestras respuestas a él.


Referencias

  • Bowlby, J. (1988). Una base segura: Apego padre-hijo y desarrollo humano saludable. Routledge, Londres.

  • Bretherton, I., Munholland, K.A. (1999). Modelos de trabajo internos en las relaciones de apego: un constructo revisitado. En: Cassidy, J., Shaver, P.R. (Eds.), Manual de Apego: Teoría, Investigación y Aplicaciones Clínicas, segunda edición. Guildford Press, Nueva York, 102–127.

  • Conradi, H. J., Boertien, S. D., Cavus, H., & Verschuere, B. (2016). Examinando la psicopatía desde una perspectiva de apego: El papel del miedo al rechazo y al abandono. The Journal of Forensic Psychiatry & Psychology, 27(1), 92-109.

  • Daly, K. D., & Mallinckrodt, B. (2009). Enfoque de terapeutas experimentados en la psicoterapia para adultos con evitación del apego o ansiedad de apego. Journal of Counseling Psychology, 56(4), 549.

  • Smith, M. E. (2018). Manejando los problemas de abandono a través de la recuperación. Family Tree Counseling Associates.

Comentários


bottom of page