¿Cuál es la clave para potenciar la positividad en tu vida y cómo puede transformar tu bienestar? Descúbrelo aquí.
La positividad se refiere a nuestra tendencia a ser optimistas en la vida. Esto contrasta con la negatividad, que consiste en pensar, sentir y hacer cosas negativas. Cuando tenemos positividad, podemos pensar en positivo, tener emociones positivas y hacer cosas positivas.
El poder de la positividad
El positivismo puede mejorar la salud mental y el bienestar. Por ejemplo, el pensamiento positivo autodirigido puede amortiguar los efectos del estrés (Taylor y Brown, 1994). Así que intenta ser positivo contigo mismo, por ejemplo, desarrollando tus habilidades de autocompasión.
La positividad orientada al futuro también puede ser poderosa. Por ejemplo, el optimismo puede mejorar las relaciones sociales y la capacidad para afrontar el estrés (Taylor y Brown, 1994).
Ejemplos de positividad
Aquí tienes algunos ejemplos que te ayudarán a utilizar el poder de la positividad en tu vida.
Positividad orientada hacia uno mismo: "Soy una buena persona".
Positividad orientada a los demás: "Mis amigos no son perfectos, pero están ahí cuando los necesito".
Gratitud: "Tengo tanta suerte de tener un marido tan estupendo".
Prestar atención a lo positivo: "Esa película era genial".
Saborear: "Las vacaciones del año pasado me hicieron sentir muy relajada y conectada".
Positividad orientada al futuro: "Estoy deseando que llegue el cumpleaños de mi amigo este año".
Entrenamiento cerebral y positividad
La investigación ha demostrado que podemos mejorar la función cognitiva de formas que potencien la positividad. Por ejemplo, el entrenamiento informatizado que lleva a las personas a centrarse en lo positivo por encima de lo negativo contribuye a obtener resultados positivos (Wadlinger e Isaacowitz, 2008).
He aquí algunas prácticas que pueden ayudarte a aumentar tu positividad.
Escribe una carta de autocompasión: Sentirse cómodo con uno mismo -y mostrarse compasivo- puede facilitar encontrar, expresar y recibir positividad. Para desarrollar la autocompasión, prueba a escribirte una carta de autocompasión (Shapira y Mongrain, 2010). En esta carta, te dices cosas bonitas y te das un respiro por cualquier cosa por la que te hayas estado juzgando.
Practicar la reevaluación positiva: La revalorización positiva es una estrategia de regulación de las emociones que consiste en intentar replantear la situación para encontrar sus beneficios y disminuir nuestras emociones negativas.
Practicar la gratitud: Los diarios de gratitud y las listas son buenas formas de cultivar la positividad. Intenta pensar en algo por lo que estés agradecido cada día o cada pocos días para aumentar tu gratitud.
Intenta hacer una meditación de positividad: La meditación de atención plena se ha hecho muy popular. Pero, ¿qué hay de las meditaciones positivas? Éstas pueden ayudarle a centrar sus pensamientos en lo positivo y mejorar tu estado de ánimo. Puedes encontrar varias de estas meditaciones en YouTube.
Cuando el positivismo puede ser contraproducente
Resulta que forzar a la gente a ser positiva puede ser contraproducente. Por ejemplo, poner a los pesimistas de buen humor no sólo perjudica su rendimiento, sino que puede hacer que se sientan más ansiosos. Adicionalmente, preocuparse y pensar en aspectos negativos a veces pueden ayudarnos al proporcionarnos una mayor conciencia de los posibles desafíos o problemas que podríamos enfrentar. Esta conciencia puede motivarnos a tomar medidas preventivas o a prepararnos mejor para enfrentar situaciones difíciles. Sin embargo, es importante equilibrar esta conciencia con enfoques más positivos y constructivos para evitar que la preocupación excesiva cause ansiedad o estrés innecesario. Además, la supresión emociones y sensaciones desagradables y otras formas de evitación no son buenas para el bienestar. Así que, si la positividad no te sienta bien, o no te sienta bien en una situación concreta, no pasa nada.
Cómo potenciar el poder de la positividad
A veces sólo necesitamos abrir nuestra mente y prepararla para pensar de forma más positiva. Aquí tienes algunas preguntas que puedes hacerte:
¿Qué cualidades positivas tienes?
¿Qué fortalezas personales tienes?
¿De qué estás agradecido?
¿Cuáles son tus aspiraciones o metas y que cosas puedes hacer para crear y experimentar expectativas positivas acerca del futuro?
Conclusión
Si quieres más positividad, puedes construirla. Sólo asegúrate de no forzar la positividad cuando no se sienta bien hacerlo. Cuanto más practiques las habilidades que generan positividad, más feliz serás.
Referencias
Taylor, S. E., y Brown, J. D. (1994). Positive illusions and well-being revisited: separating fact from fiction.
Wadlinger, H. A., e Isaacowitz, D. M. (2008). Looking happy: The experimental manipulation of a positive visual attention bias. Emotion, 8(1), 121.
Shapira, L. B., y Mongrain, M. (2010). The benefits of self-compassion and optimism exercises for individuals vulnerable to depression. Journal of Positive Psychology, 5, 377-389.
Norem, J. K., y Chang, E. C. (2002). La psicología positiva del pensamiento negativo. Journal of clinical psychology, 58(9), 993-1001.
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